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Hace un tiempo estaba perdida, no sabía lo que quería hacer con mi vida, pensaba que las cosas eran fijas, que no podían cambiar y sobretodo sentía que ya había jugado todas mis cartas y tenía que resignarme a vivir así.

No era una mala vida, trabaja de interprete, traductora de 8 – 10 horas todos los días, pero no era lo que yo quería hacer y eso estaba matando mi alma poco a poco. Detestaba la idea de que está iba a ser mi vida para siempre.

Por suerte los medicamentos antidepresivos me ayudaron a disciplinarme empese a hacer ejercicios, y a seguir una rutina de meditación todos los días, por el amor de mi hija y por enamorarme de verdad, algo que no pensé que iba a volver a experimentar, la verdad no sé exactamente por qué, pero algo cambio y dejó que entrara un poco de luz y me permitió ver que quizás si habían otras opciones.

La única persona en la que estás destinado a convertirte—es quien tú decidas ser. ~ Ralph Waldo Emerson

Muchas veces cuando venimos de familias disfuncionales, se nos asignan papeles para interpretar y los aceptamos sin cuestionarnos mucho, pero necesitamos querernos y respetarnos más y darnos cuenta que somos mucho más de lo que piensan nosotros, somos inmensas y profundas, como el océano o semillas con todo el potencial de llegar a ser lo que nos propongamos.

Todos los días al abrir los ojos volvemos a nacer, podemos hacer las cosas diferentes.

Comencé a meditar todos los días en la mañana mientras mi hija se bañaba, encontré unos minutos para sentarme y respirar, con la meditación, aprendí a observarme sin juzgarme, con afecto y curiosidad. Puedo observar mi respiración, y con solo observarla se vuelve más profunda y más larga, y puedo observar mis pensamientos, como se van presentando uno tras otro, puedo observarlos, si son recuerdos, imágenes, diálogos, y sobretodo, me doy cuenta de la diferencia de estar inmersa en mis pensamientos, totalmente identificada con ellos.

Al observar me doy cuenta que hay un espacio entre mis pensamientos y yo. Cuando una a vivido problemas de adicción, este descubrimiento es sencillamente un salvavidas. Esto quiere decir, al mirar lo efímero de mis pensamientos, que cuando me venga las ganas inmensas de fumar o de tomarme un “par de cervezas,” o de recordar cómo me sentía cuando estaba deprimida, pegada, adherida a recuerdos del pasado, el querer, por alguna extraña razón revivir esos pensamientos emociones y sensaciones, que en, un momentito, puedo observar, sin dejarme atrapar y esperar que pasen. Puedo observar, respirar profundo y ver como se desvanecen. Al observar todos estos pensamientos, miedos y emociones, pierden un poco su fuerza sobre mí, pierden su poder de controlarme, y yo vuelvo a tomar las riendas de mi.

He aprendido que puedo enfrentarlo todo, solo respirando, puedo estar junto a las sensaciones de ansiedad más incomodas, dolor en el pecho, dolor de garganta, la angustia, los nervios, todo lo puedo superar, sin huirle, haciéndole frente con calma, solo respiro, observo, lo veo, algunas emociones son más persistentes que otras y no se desvanecen tan fácilmente, si puedo les mando amor. Me digo amablemente, me amo, soy una persona maravillosa, única en todo el universo y perfecta en mi manera de ser. Me lo digo muchas veces todos los días, poco a poco, me va entrando como una gota de agua que cae incesante y va formando un hoyo en una piedra, poco a poco acepto y amo esta verdad y permito que su luz ilumine mi corazón.

Soy única y soy perfecta, no había nada que arreglar, solo tenía que aceptarme, volver a ver que ya estoy completa, solo tenía que respirar y en el respiro me encontré.

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Relephant:

Unas Preguntas y Repuestas Sobre La Meditación.

Autora: Silvia Madrigal

Editora: Yoli Ramazzina

Foto: pertenece al autor.