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El término desapego atraviesa toda la práctica del Yoga. Su definición y aprehensión es compleja de acuerdo a nuestros parámetros culturales.
Podríamos comenzar diciendo que es lo contrario de la separación, la que necesita que el objeto y quien se apega a él sean dos entidades diferenciadas.
Uno de los denominados textos sagrados de la filosofía hindú recomienda “el desapego de los frutos de la acción.” Esto podría interpretarse, en términos generales, como poner la atención en el proceso, y soltar cierta noción instrumental de que lo importante es el resultado que obtendremos.
Más aun, podríamos afirmar que si somos uno con el Universo entero, no hay nada afuera de nosotras y la idea de apego es absurda.
Salir a caminar puede ser una herramienta para discernir esta idea de modo indirecto. Sigue la siguiente guía y prueba si es posible hacer del soltar (o del desapego, en términos formales) un hábito, tanto en el Yoga como en la vida.
Una caminata tiene el potencial de convertirse en una instancia de meditación que nos ayude a ganar perspectiva y claridad; la clave está en enfocar la mente. Esto significa que cuando aparece un pensamiento, podemos usar la voluntad para darlo por terminado. De este modo creamos un espacio entre el final del primer pensamiento y el comienzo del siguiente. Durante la caminata, sitúate allí.
No significa que los pensamientos desaparezcan, sino que tomamos la decisión una y otra vez de no ocuparnos de ellos en ese momento.
¿Qué nos ocupa entonces? Estar presente, llevando la consciencia a tres elementos: Naturaleza, Alineación, Respiración.
Naturaleza/Ciudad:
Lleva la atención al mundo a tu alrededor. Mira al cielo, observa las nubes, las aves, los árboles en el camino, la textura del piso. Fúndete en ellos.
Percibe los sonidos, sin identificar de dónde provienen, desde los más lejanos hasta los que más cercanos. Es como si saltaras de uno a otro sin aferrarte a ninguno.
Haz lo mismo con los olores. Vuelve a saltar; no los evalúes: no son ni lindos ni feos. D
eja que las personas que pasen por tu lado, sigan su camino; no deliberes si te gustan o no.
Alineación, proyección y relajación:
Da un paso a la vez. Libera a la pisada de la carga del día.
Para eso escanéate parte por parte: pies, tobillos, pantorrillas, rodillas, muslos, caderas, pelvis, espalda, pecho, hombros, brazos, cuello, cabeza, cara; y luego como un todo integrado.
¿Cómo está tu alineación? ¿Notas tensión?
Proyéctate para desplazarte, es decir, el cuerpo no se desploma sobre sí mismo sino que, al contrario, los músculos se activan.
Respiración, sensaciones y sentimientos:
Mueve la atención hacia la piel.
¿Qué produce el contacto del sol o la noche, el aire y la ropa? Lleva la respiración donde se producen esas sensaciones.
Salta de una sensación a la otra: sientes calor y lo dejas ir, sientes cosquillas y las sueltas, y así.
La complejidad de esas sensaciones y los sentimientos, depende del registro corporal que tengas de ti misma. ¿Por qué? Porque el escenario cobra sentido a través de tu cuerpo.
A cada paso que das, estás donde estás.
En una caminata, en una clase de yoga y en la vida, tenemos la capacidad de reconocer todo a nuestro alrededor y de soltarlo, pues está contenido potencialmente en nuestro interior. Por ello, podemos confiar: no hay mejor lugar como este ni mejor instante que el proceso que estamos andando.
Namaste.
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The term “detachment” is key to the entire practice of Yoga. However, in relation to our cultural parameters, the actual definition is complex.
We could start by saying that detachment is the opposite of separation—it requires that the object and whomever the object is relating to are two different entities. One of the so-called sacred texts of Hindu philosophy suggests to live with “detachment from the fruits of action.”
Generally speaking, this statement could be interpreted as drawing the attention to the process and releasing some instrumental notion that the outcome is what matters. Moreover, we could state that if we are one with the Universe, there is nothing beyond our Self, and the idea of attachment is therefore absurd.
Going for a walk could be a tool to discern this idea indirectly.
A walk has the potential to become an opportunity to meditate and gain perspective and clarity. The key is to focus the mind. This means that when a thought arises, we may use our will to terminate it. Thus we create a space between the end of the first thought and the beginning of the next one.
We place ourselves there! It does not mean that all of our thoughts will disappear, but we are able to make the decision to let them fall by the wayside during the walk.
While walking, take notice of what you’re occupied with.
Work with being present, bringing your awareness to three elements: Surroundings, Alignment, Breathing.
Surroundings:
Bring your attention to the world around you. Look up the sky, look at the clouds. Notice the birds, the trees, the texture of the floor. Merge into them.
Perceive the sounds around you, both near and far, without identifying where they come from.
Notice the smells, but don’t assess any of them.
People pass by your side, but don’t evaluate how you feel about them.
Alignment, projection and relaxation:
Take one step at a time. Release the burden of the day into your footprint. Scan your body inch by inch: feet, ankles, calves, knees, thighs, hips, pelvis, back, chest, shoulders, arms, neck, head, face; and then as an integrated whole.
How is your alignment? Do you notice tension?
Allow the muscles to be activated as you walk.
Breath, sensations and feelings:
Move your attention to your skin. How does the touch of the sun or the darkness, the air and your clothes make you feel? Take your breath where these sensations happen.
Jump from one feeling to another: feel the heat and let it go, feel the tickle and let it drop.
The complexity of these sensations and feelings depends on your self-awareness.
Through walking, practicing yoga or just through bringing awareness into our everyday life, we have the ability to recognize and release our attachment to everything around us. This allows us to trust. There is no better place than the present moment, and no better time than the now.
Namaste.
Relephant link:
Ujjayi Pranayama 101: Finding our Rhythm through Breath. {Artículo también publicado en Español}
Author/El Autor: Li Abel
Editor/El Editor: Emma Ruffin
Photo/foto: seyed mostafa zamani/Flickr
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